En la última escalada de lo que podría ser una de las rivalidades más emblemáticas del hip-hop contemporáneo, ha surgido una pista que supuestamente presenta a Drake lanzando un ataque lírico contra Kendrick Lamar. La canción, titulada «Drop and Give Me 50», ha creado un torbellino en las redes sociales y foros de música, dejando a los fans y a la industria preguntándose si estamos ante un capítulo más en la historia de las batallas líricas o si la inteligencia artificial ha entrado en el juego imitando a uno de los raperos más influyentes del momento.
La pista en cuestión surge como una supuesta respuesta a comentarios hechos por Lamar en una colaboración reciente, donde se jacta de su supremacía en el panorama del rap. La respuesta no confirmada de Drake no se anda con rodeos, criticando todo, desde la estatura de Lamar hasta sus colaboraciones pop.
Sin embargo, la autenticidad de la canción ha sido puesta en duda, con teorías que apuntan a la posibilidad de que haya sido generada por inteligencia artificial, lo que plantea preguntas significativas sobre el futuro de la música y la posibilidad de que la IA pueda recrear no solo voces, sino también estilos artísticos complejos.
A pesar de las especulaciones, la falta de confirmación oficial sobre la veracidad de la pista ha dejado a la comunidad de hip-hop en suspenso. La intriga se ve agravada por el hecho de que representantes de Drake no han respondido a las solicitudes de comentarios, lo que añade otra capa de misterio al asunto.
Si se confirma que la pista es real, esto marcaría la última entrada en la crónica de los «diss tracks» en el hip-hop, un género donde la competencia y las tensiones entre artistas frecuentemente se resuelven a través de la música. Por otro lado, si resulta ser el producto de la IA, estaríamos presenciando un impresionante pero preocupante avance en la tecnología, con implicaciones que se extienden mucho más allá del entretenimiento y la cultura musical.
Mientras el debate continúa, este episodio destaca la fascinante intersección de la tecnología y la creatividad, y cómo el arte de la rivalidad en el rap puede estar tomando un giro inesperadamente digital. Con la comunidad en vilo, el mundo espera ansiosamente una respuesta que disipe las dudas y, tal vez, el inicio de una nueva era en la música.